Formarse para transmitir lo aprendido

Siempre dicen que soy una persona multifacética, ayer incluso me llamaron poliédrica. Creo que de eso se trata, de diversificar y no dejar de aprender nunca. De no encasillarse e intentar siempre adquirir conocimientos lo más alejados posible entre ellos y apartados de lo que en realidad dice ser "tu materia". Pienso que esa pluri-formación nos enriquecerá como personas-formadores-docentes y así podremos ampliar también los horizontes de nuestro alumnado, enseñándoles o no cerrar los ojos ni llevarlos limitados como los burros, que pueden salirse del camino y volver a él con un cesto lleno de frutos silvestres que harán las delicias de sus aprendizajes. 

Creo que un docente debe beber de todas las aguas, el encerrarse en una "tipología de saber" nos limita a ver más allá. Si yo, profesora de matemáticas, solo me detuviera a estudiar programas de estadística, geometria, funciones... ¿cómo podría hacer ver a los alumnos que eso pueden aplicarlo más allá? Por ese motivo, unido a mi inquietud en todos los campos imaginables, intento realizar formaciones que nada tengan que ver con mi materia (además de las estrictamente necesarias para ella, claro está, esas no las dejo, siempre hablo del "además"). 

El curso pasado por ejemplo realicé un MOOC de la Universidad de Granada sobre Federico García Lorca, sí sí soy de matemáticas, pero llevo la literatura en la sangre. Ese curso, durante el invierno me ayudó a desenvolverme en tareas online, a saber organizar el tiempo de las mismas, a comprobar el nivel de trabajo exigido a mis alumnos al ritmo que me lo exigían a mí. Es decir, aprendí literatura sí, pero también el entorno virtual y las tareas realizadas me ayudaron, por ejemplo, a plantear actividades en el aula o en el club de lectura que sin el MOOC no se me hubieran ocurrido. 

Es importante, por lo tanto, aprender de nuestros iguales de otros departamentos para tener la mente abierta en todas las disciplinas y también aprender del alumnado que es el que recibe nuestras exigencias. Realizar cualquier formación en red hará que desestimemos actividades, apps's, métodos que tal vez no hemos encontrado apropiados y aceptemos otros que sí lo son para tratar en el aula. 

Las redes sociales, hoy día, son un buen mecanismo también para aprender. Twiter es un nido de hilos de los que estirar, siempre teniendo en cuenta que hay que saber filtrar de manera consciente a quiénes se sigue para que aquello que obtienes a esa velocidad de vértigo sea un aliciente en tu aprendizaje y no una pérdida de tiempo. 

Al docente que quiera formarse, después de mi discurso, le recomendaría que tenga la mente abierta, que no se encasille, que los cursos deben ser para disfrutar y tener ganas sobre todo de que lo aprendido no quede encerrado, todo aquello que aprendemos debe ser para luego transmitirse ya sea a nuestros iguales o a los chicos en el aula. ¿si no para qué aprendemos? ¿si no lo compartimos de qué nos sirve?